Tomamos más imágenes que nunca, pero las soluciones para gestionar ese volumen de información son insuficientes. El reto del largo plazo se resuelve aún con la tecnología más antigua: el formato físico
Tomamos más imágenes que nunca, pero las soluciones para gestionar ese volumen de información son insuficientes. El reto del largo plazo se resuelve aún con la tecnología más antigua: el formato físico