Resulta difícil estimar con precisión el porcentaje de palabras cognadas en cada combinación de lenguas, pero todo aprendiz y profesor de lenguas sabe que existen palabras de lenguas diferentes que guardan entre sí una estrecha relación formal ortográfica y fonológica y que se refieren al mismo concepto (por ejemplo, las palabras “información” y “pianista” que al traducirlas del español al inglés mantienen una apariencia orto-fonológica similar). Curiosamente, el procesamiento de estas palabras difiere notablemente del procesamiento del resto de palabras que no guardan similitud subléxica con sus traducciones. Así, recientes estudios psicolíngüísticos y neurocientíficos han demostrado que la adquisición, el desarrollo y el reconocimiento visual y auditivo del léxico cognado es singular. Más aún, el uso que los hablantes hacen de las palabras cognadas en diversos estadios del aprendizaje de lenguas constituye una gran herramienta formativa y de evaluación de lenguas, como se discutirá en este artículo.